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Ella lo notó e inmediatamente dejó de lavarse y corrió hacia él, secándose los ojos rosados con la falda. Roran la rodeó con sus brazos y ella le abrazó el pecho. Su medio cuerpo era insoportablemente doloroso y soltó un grito. Katrina aflojó los brazos y se echó hacia atrás, frunciendo el ceño. ¡OH! IPERSONALICE QUERIDO PAPÁ DE TODAS LAS PELOTAS DEL MUNDO TAZA. Me estas lastimando? No es. no es. Estoy un poco amargado. Ella no preguntó nada y lo abrazó de nuevo, más suave y lo miró con ojos llorosos. La abrazó por la cintura, se inclinó para besarla, agradeciendo a Dios por su presencia.
